La severa sequía y la crisis económica han puesto en riesgo de hambruna a grandes cantidades de zimbabwenses y muchas familias están intentando huir hacia otros países vecinos atravesando sus fronteras.Los granjeros de Sudáfrica están patrullando las fronteras por sí mismos, como un esfuerzo de frenar el flujo de refugiados de Zimbabwe, lugar donde la policía está perpetrando ataques nocturnos a los negocios intentando evitar el control de precios si abren sus puertas sólo de noche, reportan los servicios noticiosos. El Programa de Alimentación Mundial de la ONU recientemente pidió a la comunidad internacional que ayude a los más de 3 millones de zimbabwenses que enfrentarán una severa escasez de alimentos por los próximos ocho meses.Malas cosechas y una inflación disparada-que en mayo se calculaba en más del 3,000 por ciento al año-provocan la escasez de alimentos. La policía está forzando a los negociantes a poner precios bajos a los consumibles disponibles en sus estantes y luego ellos mismos los compran todos o permiten que sus amigos vengan a comprarlos, dijo un residente de Bulwayo al servicio noticioso Independent.Mientras que muchas organizaciones de ayuda humanitaria están respondiendo, la necesidad más crítica es de alimentos, según Scott Hendrix de Global Aid Network, una organización de ayuda internacional con sede en Dallas, Texas. Los empleados de Zimbabwe ahora piden comida en vez de cheques de pago, y los envíos de ayuda han abierto puertas para testificar del Evangelio."Mucha gente no vendría a la iglesia," dijo Hendrix a Mission Network News. "Pero cuando vas a una comunidad y están preocupados por alimentar a su familia y tú puedes darles algo de comer y hablarles del amor de Jesucristo, hemos visto resultados sorprendentes."Como en los dias de Noe....
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